Cambiar la bañera por el plato de ducha es una de las reformas más habituales. Se trata de una obra sencilla, en la mayoría de ocasiones rápida y en la que no es necesaria una gran inversión. Además, esta reforma cuenta con múltiples beneficios, que hacen que el propietario se decante finalmente por la opción de la ducha.
Y es que no hay que esperar a sufrir una caída o un simple resbalón al entrar o salir de la bañera para prescindir de ella. Por eso, cualquier momento es bueno para hacer el cambio y conseguir una mayor comodidad a la hora de ducharnos cada día.
Es cierto que cuando reformas una vivienda y tienes la suerte de tener más de un baño, se suele elegir uno de ellos con bañera. Es una decisión muy repetida pero que, con el paso del tiempo, te das cuenta de que no siempre es la mejor decisión, porque no se utiliza tanto como se pensaba en un primer momento.
Por eso, la mayoría de la gente hoy en día se inclina más por el plato de ducha. Además, si cuentas con un baño de pequeñas dimensiones, la ducha no te quitará demasiados metros. De hecho, conseguirás lo contrario: un mayor aprovechamiento de espacio.
Ventajas de instalar un plato de ducha
Si pusiéramos en una balanza los puntos positivos de tener una bañera o un plato de ducha en nuestra vivienda, esta se inclinaría, sin duda alguna, hacia la segunda. A continuación, os damos una serie de ventajas sobre la instalación de un plato de ducha.
- Seguridad: en el plato de ducha el temor a los resbalones y caídas desaparece. Actualmente, el plato de ducha se hace con materiales antideslizantes que hacen que sea casi imposible resbalarse y caerse. Además, en una de las paredes de la ducha suele instalarse un asidero por si fuera necesario usarlo.
- Limpieza: mientras que limpiar una bañera supone agacharse para limpiar tanto el suelo como los lados de la cubeta, en la ducha contamos con un par de paredes verticales y una mampara, y con una superficie totalmente plana.
- Rápida instalación: a diferencia de una reforma integral, el cambio de bañera por plato de ducha puede realizarse en pocos días una vez dispongamos de todos los materiales y tengamos los diferentes gremios coordinados.
- Ahorro: a todo el mundo le gusta en algún momento puntual darse un baño relajante en la bañera, pero no nos paramos a pensar en el gasto de agua que ello conlleva. Con el plato de ducha, en cambio, no se desperdicia tanta agua en cada ducha.
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